La nave de Baco, Madrid, Espasa Calpe, 2004La nave de Baco, por El Hombre Tranquilo. La nave de Baco, por Javier Armentia.
Un fragmento de La nave de Baco (Enrique Cabezón)
La idea original fue escribir una biografía novelada del pintor Gustavo de Maeztu, un pintor-escritor-personaje estrepitoso de sí mismo al que he dedicado de manera por completo inútil muchos trabajos: prólogos, conferencias, edición de obras.
Lo cierto es que en la fecha de redacción de la novela, tras mi incorporación como columnista al Diario de Noticias, de Navarra, y las borrascas que vinieron de seguido, los episodios de la vida de Don Gustavo se mezclaron con todo el asco que, a mi modo de ver, rodea la gestión y dirección del Museo Gustavo de Maeztu de Estella, el amiguismo más descarado, el oportunismo y la mala fe, la voracidad por escalar puestos en la administración, el manterolismo, el salaverrismo, los pesebristas del gobierno, el hampa académica, artística y poética nacional. Con esos ingredientes más la burla ardiente, escribí esta novela cuyo título hace referencia a una "peña" de amigotes que había en Pamplona en la posguerra y así se llamaba, en cuya filas formó Maeztu, junto a aristócratas, terratenientes y sinquehacer varios. El resultado fue una novela agria, por supuesto, vitriólica, dicen, por supuesto también, y me alegro de que así fuera.
La edición del libro no estuvo exenta de problemas. De entrada, la editorial Espasa Calpe montó una "corrección de pruebas paralela". Es decir, que mientras yo corregía las mías, ellas, porque de ellas se trataba, hacían las suyas y cambiaban a su antojo lo que mejor les parecía. Y por si esto fuera poco, se hizo una corrección de estilo abusiva sin contar con mi autorización. Al final, la Cortés me dijo en confianza que lo que me habían hecho era "de juzgado de guardia". Ella no se acordará, porque no querrá, pero yo sí. Guardo como un tesoro la carta manuscrita que me dirigió Pilar Cortés García-Moreno (junto con un juego de pruebas sañalado con posits amarillos), pidiéndome que retirara algunos pasajes porque, a juicio de quien le había soplado o informado, me metía con personas a las que no aludía ni de lejos, pero pesebristas del gobierno, los que aparecían y los que no. De lo contrario la publicación se retrasaría. Lo cacé al vuelo, pero hice lo que me vino en gana. Un asco. Otro más.
La novela causó su efecto y tuvo la mala suerte preceptiva.
Gustavo de Maeztu, de nuevo.
Gustavo de Maeztu, recuerdos y pacotillas.
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De Naufragios y desamparos (2014):
"De aquellos polvos... volvería a escribirla, tal vez hasta de forma más burlesca.
Cada cual habla de la feria como le va en ella, y a mí, en esa de Gustavo de Maeztu, me fue como me fue." (28.12.12)
Cada cual habla de la feria como le va en ella, y a mí, en esa de Gustavo de Maeztu, me fue como me fue." (28.12.12)
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"Tras los pasos de Pío Baroja", en El embrujo de los Baroja, catálogo de la exposición que con el mismo título se celebró en Pamplona, en el Archivo Real y General de Navarra, entre mayo y diciembre del año 2004 (Gobierno de Navarra, Pamplona, 2004). No fui invitado a la inauguración y hubo que reclamar la entre de, cuando menos, un catálogo... para entonces ya sobraba en los actos oficiales. 